Una vez…un hombre, de camino a su trabajo, cruzaba por una calle en la que había una casa, como lo hacía siempre. Digo una vez, pues esa mañana mientras la cruzaba, vio un anciano sentado leyendo un diario y escuchó los llantos de un perro que estaba echado a su lado. A pesar de eso, el hombre, no detuvo su marcha y se alejo rápidamente.

La siguiente mañana, al atravesar nuevamente la calle ya no pudo su curiosidad al ver a la misma persona sentada leyendo y al mismo perro acostado aullando de dolor.
Ya frente al anciano, el hombre le preguntó :
“…Por qué el perro aúlla de dolor?…
A lo que el anciano sin sacar los ojos del diario y con toda naturalidad contestó : “…aúlla de dolor, este perro, porque está sentado sobre un clavo…”
Nuevamente sorprendido el hombre y sin dejar de mirar como se retorcía por el dolor el perro, volvió a preguntar “…Y por qué no se levanta y deja de aullar de dolor?..” 


Esta vez el anciano levantó sus ojos y mirándole con un gesto de paciencia, le dijo: “…Es que no le duele lo suficiente para levantarse…parece que se acostumbro a estar así,… sufriendo…”

¿En cuántos clavos has estado sentado a lo largo de tu vida, y no has hecho nada por solucionarlo?

¿Cuántas situaciones de este tipo se te presentan a diario en tu vida y te quedas en la queja… sin intentar moverte para que termine la molestia, como el perro de la historia?

¿Cuánto más te tiene que doler ese clavo en el que estás sentado para que te puedas quitar?

¿Será que a veces te acostumbras al clavo y te resulta más cómodo quejarte que intentar un cambio?

Detrás de la NO ACCIÓN, es decir, detrás de no movernos por encima del clavo, hay una razón: Toda conducta humana, toda respuesta ante una situación concreta, por más incomprensible que pueda ser para otr@s, tiene una función positiva para la persona. Si no respondes de manera diferente, es probable que sea por miedos, creencias, interpretaciones, prejuicios, etc… que hay en tu interior y que te frenan o bien te llevan a NO tomar acción… a quedarte en la queja

En Terapia & Coaching Online, podemos ayudarte con técnicas efectivas para cambiar estos registros, estos programas que nos mantienen encima del clavo.

¿Cuánto tiempo vas a seguir, como el perro , sentado en el clavo?